Las verdes llanuras del Norte
Con sus abundantes ríos, cascadas y cuerpos de agua, las llunaras del Norte albergan una biodiversidad que aprecia sus verdes selvas tropicales durante todo el año. Un viaje en barco por el Río Frío para llegar al pueblo de Caño Negro y su refugio permite a los viajeros observar muchas especies de reptiles, aves acuáticas y anfibios, incluyendo la rana arbórea de ojos rojos, el emblema de Costa Rica.
La hermosura del Río Celeste
El río Celeste, que debe su nombre al intenso color de sus aguas, es uno de los más bellos de Costa Rica. Una visita al Parque Nacional Tenorio, que protege los alrededores del volcán del mismo nombre, permite descubrir la actividad volcánica que dio origen a esta maravilla natural.
Bienestar al pie del volcán Arenal
Con su perfecta forma cónica, el volcán Arenal es considerado uno de los volcanes más bellos del mundo. Todavía activa, una de sus laderas tiene las cicatrices de la última erupción en 2011. Las aguas termales ricas en minerales del río Tabacón han hecho de La Fortuna un destino popular para los viajeros que buscan momentos de relajación en un entorno idílico.
Propicio para el turismo de aventura
Para deleite de los aventureros, el turismo también se ha desarrollado en la región en torno a la práctica de actividades deportivas como el senderismo, la equitación y el rafting. Estas excursiones le permitirán descubrir espectaculares panoramas y cascadas como las de Bajos del Toro, pero también obtener una fuerte dosis de adrenalina al descender los rápidos del río Sarapiquí.
La Reserva Indígena Maleku
Entre los primeros habitantes de Costa Rica, los Malekus de la comunidad Guatosu son ahora sólo 650 indígenas que viven en los pueblos de Margarita, El Sol y Tonjibe. Orgullosos de su historia y de su cultura ancestral, los Malekus aprecian los intercambios culturales durante los cuales introducen a los visitantes en la cultura de las plantas medicinales, sus costumbres, artesanía y cocina tradicional.