Bahía Drake, un destino idílico enclavado en el corazón de la península de Osa, es una visita obligada para los viajeros en busca de aventura y los amantes de la naturaleza cuando descubren Costa Rica.
Gracias a su proximidad a lugares de excepcional biodiversidad, el tranquilo pueblo de Drake se ha desarrollado durante décadas en torno al ecoturismo. La bahía es el punto de partida de excursiones diarias a la reserva biológica de la Isla del Caño, el humedal nacional de Térraba-Sierpe y el famoso Parque Nacional Corcovado.
Los restaurantes del pueblo ofrecen principalmente cocina tradicional, con pescados y mariscos de la zona. En cuanto a la oferta de alojamiento, se adapta a las necesidades de todos los viajeros, sea cual sea su presupuesto. Drake ofrece una amplia gama de opciones de alojamiento, desde rústicas casas de familia hasta lujosos bungalows con vistas al océano.
Cuidado, ¡no hay cajeros automáticos en el pueblo de Drake!
Situada en una de las regiones más húmedas del país, la elevada pluviosidad, origen de esta biodiversidad única, puede dificultar el acceso a Drake. Por eso se recomienda llegar en barco desde la ciudad de Sierpe, o en avión con la compañía local Sansa Airlines. Durante la estación seca, de enero a abril, el sendero del Rincón, que atraviesa varios ríos, también es una opción digna de consideración.
PARQUE NACIONAL CORCOVADO
Con más de 6.000 especies de insectos, 500 de árboles, 367 de aves, 140 de mamíferos, 117 de anfibios y reptiles y 40 de peces de agua dulce, esta zona protegida es reconocida mundialmente como el hábitat natural del 2,5% de la biodiversidad del planeta.
Accesibles en barco desde Bahía Drake, los sectores de San Pedrillo y Sirena ofrecen una inmersión en el corazón del bosque tropical primario. Es una oportunidad para descubrir la flora y la fauna endémicas de la región, incluidas especies en peligro de extinción como el tapir.


ISLA DEL CAÑO
A sólo 16 km de la península de Osa, la reserva biológica Isla del Caño protege una zona marina de 5.800 hectáreas, que sirve de paso crucial para las ballenas jorobadas y varias especies residentes de delfines.
La reserva alberga los mayores arrecifes de coral del Pacífico costarricense, lo que la convierte en un destino ideal para practicar snorkel y submarinismo.
SENDERISMO
Hay varios paseos autoguiados por la reserva forestal del Golfo Dulce y el refugio de vida salvaje de Punta Río Claro.
Desde Bahía Drake, en dirección oeste, un sendero costero de más de 5 kilómetros conduce a la playa de San Josecito, que ofrece una hermosa inmersión en la naturaleza circundante.
